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La Gallina y el Águila Henne und Adler

Geschrieben von Ann Nduku

Illustriert von Wiehan de Jager

Übersetzt von Karina Vásquez

Gelesen von Áurea Vericat

Sprache Spanisch

Niveau Niveau 3

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Hace mucho tiempo, la Gallina y el Águila eran amigos. Vivían en paz con todas las otras aves. Ninguna de ellas podía volar.

Es war einmal eine Henne und ein Adler, die Freunde waren. Sie lebten friedlich mit all den anderen Vögeln. Keiner von ihnen konnte fliegen.


Un día, la hambruna llegó y el Águila tuvo que caminar muy lejos en búsqueda de comida. Regresó muy cansada. “¡Tiene que haber una forma más fácil de viajar!” dijo el Águila.

Eines Tages überkam eine Hungersnot das Land. Adler musste sehr weit laufen, um Essen zu finden. Sie kam sehr müde zurück. „Es muss eine leichtere Art der Fortbewegung geben!“, rief Adler.


Luego de un sueño reparador, la Gallina tuvo una idea brillante. Empezó a recoger las plumas que sus amigas aves soltaban. “Cosamos las plumas por encima de las nuestras”, dijo. “Quizás así sea más fácil viajar.”

Nach einer erholsamen Nacht hatte Henne eine großartige Idee. Sie machte sich daran, alle ausgefallenen Federn ihrer Vogelfreunde einzusammeln. „Lasst uns sie über unsere eigenen Federn nähen“, meinte sie. „Vielleicht wird so die Fortbewegung leichter.“


El Águila era la única que tenía una aguja en la aldea, así que ella empezó a coser primero. Se hizo un par de alas muy lindas y voló mucho más alto que la Gallina. La Gallina se consiguió la aguja para empezar a coser sus alas, pero se cansó antes de terminarlas. Dejó la aguja encima del armario y se fue a preparar algo de comida para sus hijos.

Adler war die einzige mit einer Nadel, also nähte sie zuerst. Sie nähte sich ein Paar wunderschöne Flügel und flog hoch über Henne. Henne borgte sich die Nadel, aber sie verlor schnell die Lust am Nähen. Sie ließ die Nadel auf dem Schrank und ging in die Küche, um Essen für ihre Kinder zu machen.


Pero las otras aves habían visto al Águila irse volando lejos, así que le pidieron a la Gallina que les prestara la aguja para hacerse alas también. Y pronto, el cielo estaba cubierto de muchas aves volando.

Aber die anderen Vögel hatten Adler davonfliegen sehen. Sie baten Henne, ihnen die Nadel zu leihen, um sich selbst auch Flügel zu nähen. Schon bald flogen am ganzen Himmel Vögel.


Cuando la última ave fue a entregar la aguja prestada, la Gallina no estaba en casa. Así que los hijos de la Gallina tomaron la aguja para jugar con ella. Cuando se cansaron de jugar, dejaron la aguja en la tierra.

Als der letzte Vogel die geliehene Nadel zurückbrachte, war Henne nicht da. Also nahmen ihre Kinder die Nadel und spielten damit. Als sie keine Lust mehr am Spielen hatten, ließen sie die Nadel im Sand liegen.


Más tarde, el Águila volvió. Pidió la aguja para coser algunas plumas que se le habían caído durante su viaje. La Gallina fue a buscarla en el armario y no estaba. Buscó en la cocina y en el patio, pero la aguja no aparecía. No estaba en ningún lugar.

Später am Nachmittag kam Adler zurück. Sie fragte nach der Nadel, um einige Federn, die sich beim Flug gelockert hatten, zu reparieren. Henne sah auf dem Schrank nach. Sie sah in der Küche nach. Sie sah im Garten nach. Aber die Nadel war nirgends zu finden.


“Sólo dame un día para encontrar la aguja,” la Gallina le rogó al Águila. “Para que puedas arreglar tus alas y volar en búsqueda de comida.” “Un solo día,” dijo el Águila. “Si no encuentras la aguja en un día, tendrás que regalarme uno de tus pollitos como pago.”

„Gib mir bloß einen Tag“, bat Henne Adler. „Dann kannst du deinen Flügel reparieren und davonfliegen, um Essen zu holen.“ „Nur ein Tag“, sagte Adler, „Wenn du die Nadel bis dann nicht findest, musst du mir eins deiner Küken zur Wiedergutmachung geben.“


Cuando el Águila regresó al día siguiente, vio que la Gallina estaba arañando la tierra, pero la aguja no estaba. Así que el Águila voló muy rápido hacia dónde estaban los pollitos, agarró a uno de ellos y se lo llevó lejos. Después de eso, el Águila siempre encontraba a la Gallina arañando la tierra con sus patas para encontrar la aguja.

Als Adler am nächsten Tag vorbeikam, fand sie Henne im Sand scharren, aber ohne Nadel. Daher ging Adler in den Sturzflug und schnappte sich eins der Küken. Sie trug es davon. Seitdem, immer wenn Adler auftaucht, sieht sie Henne im Sand auf der Suche nach der Nadel scharren.


Y cuando aparece la sombra de las alas del Águila en la tierra, la Gallina les ordena a sus pollitos: “Aléjense del suelo seco y descubierto.” Y ellos le contestan: “No somos tontos, saldremos corriendo.”

Wenn Adlers Flügel Schatten auf den Boden werfen, warnt Henne ihre Küken: „Meidet das freie und trockene Land.“ Und sie antworten: „Wir sind keine Narren. Wir werden laufen.“


Geschrieben von: Ann Nduku
Illustriert von: Wiehan de Jager
Übersetzt von: Karina Vásquez
Gelesen von: Áurea Vericat
Sprache: Spanisch
Niveau: Niveau 3
Quelle: Hen and Eagle aus African Storybook
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Dieses Werk ist unter einer Creative Commons Namensnennung 3.0 Lizenz lizenziert.
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