Descargar PDF
Regresar a lista de cuentos

A canção de Sakima La canción de Sakima

Texto Ursula Nafula

Ilustraciones Peris Wachuka

Translated by Priscilla Freitas de Oliveira

Lectura en voz alta Alfredo Ferreira

Lengua portugués

Nivel Nivel 3

Contar el cuento completo

Velocidad del audio

Reproducir automáticamente


Sakima morava com seus pais e sua irmã de quatro anos. Eles moravam numa fazenda de um homem muito rico. Sua cabana com telhado de sapê ficava no final de uma fileira de árvores.

Sakima vivía con sus padres y su hermana de cuatro años de edad. Vivían en el terreno de un hombre rico. Su choza de paja estaba al final de una fila de árboles.


Quando Sakima tinha três anos de idade, adoeceu e perdeu sua visão. Sakima era um menino talentoso.

Cuando Sakima tenía tres años de edad, se enfermó y perdió la vista. Sakima era un chico talentoso.


Sakima fazia muitas coisas que outros meninos de seis anos não faziam. Por exemplo, ele podia sentar-se com pessoas mais velhas da aldeia e discutir assuntos importantes.

Sakima hacía muchas cosas que los otros chicos de seis años no podían hacer. Por ejemplo, podía sentarse con los miembros mayores de la aldea y discutir asuntos importantes.


Os pais de Sakima trabalhavam na casa do homem rico. Eles saíam de casa cedo pela manhã e retornavam tarde da noite. Sakima ficava com sua irmãzinha.

Los padres de Sakima trabajaban en la casa del hombre rico. Salían a trabajar temprano en la mañana y volvían a casa tarde por la noche. Sakima se quedaba con su hermana pequeña.


Sakima adorava cantar. Um dia sua mãe lhe perguntou, “Onde você aprende essas canções, Sakima?”

A Sakima le encantaba cantar. Un día su madre le preguntó, “¿Dónde aprendes estas canciones, Sakima?”


Sakima respondeu, “Elas só vêm, mãe. Escuto elas na miha cabeça e, então, canto.”

Sakima le respondió, “Simplemente llegan, madre. Las escucho en mi cabeza y después las canto.”


Sakima gostava de cantar para sua irmãzinha; especialmente, se ela estivesse com fome. Sua irmã ficava escutando ele cantar sua canção favorita. Ela se balançava com a música suave.

A Sakima le gustaba cantarle a su hermana pequeña, especialmente cuando ella tenía hambre. Su hermana le escuchaba cantar la canción favorita de Sakima. Y se relajaba bailando con su canción.


“Pode cantar de novo e de novo, Sakima,” sua irmã implorava. Sakima concordava e cantava de novo e de novo.

“¿Podrías cantarla una y otra vez, Sakima?”, le suplicaba su hermana. Sakima asentía y le cantaba una y otra vez.


Uma noite quando seus pais retornaram para casa, estavam muito quietos. Sakima sabia que alguma coisa estava errada.

Una noche después del trabajo, sus padres volvieron muy callados. Sakima sabía que algo estaba mal.


“O que há de errado, mãe, pai?” Sakima perguntou. Sakima ficou sabendo que o filho do homem rico havia desaparecido. O homem estava muito triste e solitário.

“¿Cuál es el problema, madre, padre?” Preguntó Sakima. Sakima se enteró que el hijo del hombre rico se había perdido. El hombre se sentía muy triste y solo.


“Posso cantar uma canção para ele. Talvez ele fique feliz novamente,” Sakima falou para seu pais. Mas seus pais rejeitaram. “Ele é muito rico. Você é só um menino cego. Você acha mesmo que sua canção vai ajudá-lo?”

“Yo puedo cantar para él. Quizá eso lo hará feliz,” le dijo Sakima a sus padres. Pero sus padres lo desestimaron. “Él es muy rico. Tú sólo eres un chico ciego. ¿Crees que tu canción lo va a ayudar?”


De qualquer modo, Sakima não desistiu. E a sua irmãzinha o apoiou. Ela disse, “As canções de Sakima me acalmam quando tenho fome. Elas acalmarão o homem rico também.”

Pero Sakima no se rindió. Su hermana pequeña lo apoyó. Le dijo: “Las canciones de Sakima me ayudan cuando tengo hambre. Van a tranquilizar al hombre rico también.”


No dia seguinte, Sakima pediu para que sua irmãzinha lhe guiasse até a casa do homem rico.

Al día siguiente, Sakima le pidió a su hermana pequeña que lo llevara a la casa del hombre rico.


Ele parou perto de uma janelona e começou a cantar sua canção favorita. Lentamente, a cabeça do homem rico começou a aparecer na janelona.

Se paró debajo de una gran ventana y empezó a cantar su canción favorita. Lentamente, el hombre rico comenzó a asomar su cabeza por la gran ventana.


Os operários pararam o que eles estavam fazendo. Eles ouviram a bela canção de Sakima. Mas um homem disse, “Ninguém foi capaz de consolar o chefe. Este menino cego acha que o consolará?”

Los trabajadores dejaron de hacer sus tareas. Escucharon la hermosa canción de Sakima. Pero un hombre dijo, “Nadie ha podido consolar al jefe. ¿Acaso este chico ciego cree que él puede consolarlo?”


Sakima terminou de cantar a canção e se virou para ir embora. Mas o homem rico se apressou e disse, “Por favor, cante novamente.”

Sakima terminó de cantar y se dio vuelta para irse. Pero el hombre rico salió de prisa y dijo: “Por favor canta de nuevo.”


Naquele mesmo momento, dois homens vieram carregando alguém numa maca. Eles tinham encontrado o filho do homem rico espancado e deixado no acostamento da estrada.

En ese mismo momento, llegaron dos hombres que llevaban a alguien en una camilla. Habían encontrado al hijo del hombre rico apaleado y tirado a un lado del camino.


O homem rico ficou tão feliz em ver seu filho novamente. Ele recompensou Sakima por consolá-lo. Levou seu filho e Sakima para o hospital para que Sakima recuperasse a sua visão.

El hombre rico estaba muy feliz de ver a su hijo otra vez. Y le dio una recompensa a Sakima por consolarlo. Llevó a su hijo y a Sakima al hospital para que Sakima pudiera recuperar la vista.


Texto: Ursula Nafula
Ilustraciones: Peris Wachuka
Translated by: Priscilla Freitas de Oliveira
Lectura en voz alta: Alfredo Ferreira
Lengua: portugués
Nivel: Nivel 3
Fuente: Sakima's song del African Storybook
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Opciones
Regresar a lista de cuentos Descargar PDF