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Ilimo harre El Niño Burro

Texto Lindiwe Matshikiza

Ilustraciones Meghan Judge

Translated by Demoze Degefa

Lengua oromo

Nivel Nivel 3

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Bocca dinqisiisa kana kanagarte muccaayyo xinno tokko turte.

Una niña pequeña fue la primera en ver una figura misteriosa a lo lejos.


Akka boccni suni itti dhihateen, dubartii ulfa gudda qabdu ta’uu ishee barame.

Mientras la figura se acercaba, la niña se dio cuenta que era una mujer embarazada a punto de dar a luz.


Salffattu garu muccatin goota tate tuni gara dubartitti hiqixee akkan jetteen, “Dubarti tana walwajjiin turuu qabna,” namooni ishes kana murtesan.” Dubarti kanafi da’imaa ishees hala gariin tursisina.”

Tímida pero valientemente, la pequeña niña se acercó a la mujer. “Tenemos que cuidar de ella,” decidieron los familiares de la niña pequeña. “Ella y su bebé estarán a salvo con nosotros”.


Yerooma sani dam’immichi dhufe. “Dhibi!” “Uffta halkani fidaa!” “Bishan!” “Dhhhiiiiiiiiibaa!!!”

Al poco tiempo, el bebé empezó a nacer. “¡Puja!” “¡Traigan mantas!” “¡Agua!” “¡¡¡Puuuuujjjjjaaa!!!”


Yeroo da’imaa dhalate argan, namni martu nahee dubbati utale, “Harree?!”

Pero cuando vieron al recién nacido, todos se llevaron una gran sorpresa. “¡¿Un burro?!”


Namooni walmormuu calqaban, “Dubarti kanafii da’imma ishee akka garitti qabna jenne waliigallee jirra.” Jedhe namooni tokko tokko. “Garu hiree badaa nutti fidu jedhu kunimo!”

Todos empezaron a discutir. “Prometimos que cuidaríamos de la madre y su hijo, y eso es lo que haremos,” decían algunos. “¡Pero ellos nos van a traer mala suerte!” decían otros.


Dubartittin amma illee qophaa isshe taate. Da’imaa rakkisaa kana waangotuu walaaltee. Esse akka deemitu wallalte.

Y así fue como la madre volvió a quedar sola otra vez. Se preguntaba qué hacer con este extraño bebé. Se preguntaba qué hacer consigo misma.


Dhummarati da’immichi kana ishee akka ta’eefi isheenis hadha akka ta’et fudhate.

Pero finalmente tuvo que aceptar que ese era su bebé y que ella era su madre.


Da’immichi otto akkuma sanatti jiratee garii ture. Garuu da’immni harree kun dafee guddata dugda hadhii ti ol ta’e. Ammalli isaas akka amala namaa ta’u hindandenyee. Harmeen isas yeroo hunda dadhabdde isaa nufatti. Yeroo tokko tokko hojii beellada hojadhu jetiin.

Si el niño se hubiera quedado del mismo tamaño, todo habría sido diferente. Pero el niño burro creció y creció hasta que su madre no pudo cargarlo más en su espalda. Y no importaba cuánto lo intentase, el niño burro no lograba comportarse como un niño humano. Su madre se la pasaba cansada y frustrada. A veces ella le ordenaba hacer trabajo de animales.


Harrichillee aarifi cinqaan sammu isaa haddoche. Hojii ittikenname tokko iyyu hindandeenyee. Gaftokko bayee aare harmee isaa dhitee lafatti kuffise.

Burro sentía cada vez más confusión y rabia. Que no podía hacer esto, que no podía hacer aquello. Que él no podía ser esto ni aquello. Un día se puso tan furioso que botó a su madre al suelo de una patada.


Harrichi bayee salfate. Hamma danda’ee tokko figichan faggate deeme.

Burro se sintió lleno de vergüenza. Corrió tan rápido y lejos como pudo.


Yeroo inni figicha dhabu, halkan wantureef harreen kara bade. “Hii haaw,” jedhe dukkanti iyye. “Hii haaw?” jedhe dukkani itti debisee. qophaa isaa ture. Otto figgu bolla kessati kufe.

Cuando dejó de correr, ya era de noche y Burro estaba perdido. “¿Hiaaa?” susurró en la oscuridad. “¿Hiaaa?” le respondió su eco. Estaba solo. Se acurrucó y cayó rendido en un sueño profundo e intranquilo.


Harren olka’ee nama dulooma ija itti basu arge. Gara jarsa kana ilaale abdi xinno argate.

Cuando Burro despertó, había un extraño anciano mirándolo. Burro le miró a los ojos y comenzó a sentir una chispa de esperanza.


Harriche deeme jarsaa wan bayee isaa barsisee kan wajjiin jirachuf murtesse. Harrichis bayee dhagefate, barates. Walgargarin wajiin kolfaa jiratan.

Burro se fue a vivir con el anciano, quien le enseñó muchas formas diferentes de sobrevivir. Burro escuchaba y aprendía, y lo mismo hacía el anciano. Se ayudaban y reían juntos.


Guyyaa ganama tokko, jarsichi harreen akka gara gaara gubbaa baate isaa kahuu gaafate.

Una mañana, el anciano le pidió a Burro que lo llevara hasta la cima de una montaña.


Samii gubba yeroo gahan hiribin isaan fudhatee. Harrich abjuudhan harmeen isaa dhukubsachuu ishee arge. Kanaafu damaqee ka’ee…

Se quedaron dormidos más arriba de las nubes. Burro soñó que su madre estaba enferma y que lo llamaba. Y cuando despertó…


Dummessi suni hiriyaa isaa wajjiin bade. Jarsaa wajjiinis bade.

…las nubes habían desaparecido junto con su amigo, el anciano.


Harrich boode wangodhu qabu baree.

Burro finalmente se dio cuenta de lo que tenía que hacer.


Harren hadha isaa mucaa isheetif bochu argge. yeroo bayee eega wal illalani booda walhamatan waldhungatan.

Burro encontró a su madre, sola y llorando por su hijo perdido. Se quedaron mirándose a los ojos por largo tiempo. Luego se abrazaron muy apretadamente.


Ilmooni harre tifi harmee isaa wajjiin guddatani walwajjiin nagan jiratan. Suuta suuta maatiin nannoo isani jirus hala tasgabayeen jiraachu calqaban.

El hijo burro y su madre ya llevan tiempo creciendo juntos y han aprendido a convivir. Lentamente, otras familias se han instalado a vivir cerca de ellos.


Texto: Lindiwe Matshikiza
Ilustraciones: Meghan Judge
Translated by: Demoze Degefa
Lengua: oromo
Nivel: Nivel 3
Fuente: Donkey Child del African Storybook
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
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