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Roobiin maliif rifeensa dhabee ¿Por qué los hipopótamos no tienen pelo?

Texto Basilio Gimo, David Ker

Ilustraciones Carol Liddiment

Translated by Demoze Degefa

Lengua oromo

Nivel Nivel 2

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Gaftokko, hilletin laga cinaa deemite.

Un día, el Conejo estaba caminando por la ribera.


Roobiins achuma ture, margaa marariisaa bareda nyaachu dhaqee.

El Hipopótamo estaba allí también, paseando y comiendo un poco de césped verde y rico.


Roobiin akka heleetiin achi jirtu hinbekinee tasa mila ishee irra ejetee. Heleetin boyuu claqabdee, “Ati Roobii akka miila kiyyarra dhaabate hinagartu?”

El Hipopótamo no vio que el Conejo estaba allí y le pisó su patita sin querer. El Conejo empezó a gritarle, “¡Oye Hipopótamo! ¿Acaso no puedes ver que estás pisando mi patita?”


Roobiin dhifaatam hileeti gafatee, “Ani bayeen gadde. Sin’agarre ture. Adaara nafdhisii!” Hileettin kana otto hindhagahin Roobiiti akkan jette eyyite.” Beekka akkan gotee! Gaftokko gatii isaa nikafalta!”

El Hipopótamo le pidió disculpas al Conejo: “Lo siento mucho. No te vi. ¡Por favor, perdóname!” Pero el Conejo no le creyó y le dijo, “¡Lo hiciste a propósito! ¡Ya verás que algún día pagarás por esto!”


Hileetiin ibddaa barbaacha dhaqxee akkan jette ibbidaan, “Deemi, yeroo Roobiin bishaan kessaa baate margaa dheedu deemitu gubbi. Milaa koo gubba dhaabate!” Ibbdis akkan jedhe, “Rakkoon hinjiru, Hileeti hiriyaa koo. Akkuma ati jetteh godha.”

El Conejo fue a buscar al Fuego y le dijo, “Anda y quema al Hipopótamo cuando salga del agua y vaya a comer césped. ¡Me pisó!” El Fuego le respondió, “No hay problema, amigo Conejo. Haré exactamente lo que me pides.”


Boddee, Roobiin margaa laga fagooti dheeda yeroo ibbiddi “wuussh!” qabate. Ibbiddichis refeensa Roobii gubuu calqabae.

Más tarde, El Hipopótamo estaba comiendo césped lejos del río cuando, “¡Zuum!” El Fuego estalló en llamas y las llamas le quemaron el pelo al Hipopótamo.


Roobiin bowuu calqabadee garaa bishaani figide. Rifeense ishee hunduu ibbiddan gubbate. Roobiin akkan jette, “Rifeensi koo ibbidda kanaan gubbate!Rifeense koo tokko hinhafnee! Rifeense bareedan koo!”

El Hipopótamo comenzó a llorar y corrió directo al agua. Todo su pelo se quemó. El Hipopótamo siguió llorando, “¡Mi pelo se quemó en el fuego! ¡Mi pelo no está! ¡Mi hermoso pelo!”


Rifeense Roobii waangubateef hileetin bayee gammadde. Hammaa hardhaatu Roobiin sodaa ibbiddatif jedhe bishaan irraa hinfagaatu.

El Conejo estaba muy feliz de que el pelo del Hipopótamo se había quemado. Y hasta el día de hoy, por miedo al fuego, el Hipopótamo nunca se aleja del agua.


Texto: Basilio Gimo, David Ker
Ilustraciones: Carol Liddiment
Translated by: Demoze Degefa
Lengua: oromo
Nivel: Nivel 2
Fuente: Why hippos have no hair del African Storybook
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Creative Commons Atribución 3.0 Internacional.
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