Ahh! Umma uze
neenthelo.
Un día, mamá trajo mucha fruta.
Mina ngilambile.
Umma uzosipha nini
iinthelo lezi?
“¿Cuándo podemos comer fruta?” le preguntamos. “Esta noche comeremos fruta,” dice mamá.
Hlam, hlam, hlam!
Mnandi!
Mi hermano Rahim es glotón. Prueba toda la fruta. Come mucha.
“Ngubani odle
iinthelo?” kubuza
uSana.
“UThemba akakalungi,”
kukhuluma uThembi.
“¡Mira lo que hizo Rahim!” grita mi hermano pequeño. “Rahim es travieso y egoísta,” le respondo.
“Themba, ngubani odle
iinthelo?”
Nosotros también nos enojamos con Rahim. Pero Rahim no está arrepentido.
Mma uThemba udle
iinthelo zoke, ibhanana,
ipenapula, ipiyere,
umengo.
“¿No vas a castigar a Rahim?” pregunta mi hermano pequeño.
Themba kubayini
ungabawi.
Linthelo
bezingakahlanzeki.
“Rahim, pronto te arrepentirás,” le advierte mamá.
Ngiyajuluka.
Rahim empieza a sentir náuseas.
Mma amathumbu wami
abuhlungu.
“Me duele mucho el estómago,” susurra Rahim.
Ngizwa ubuhlungu.
Mamá sabía que esto pasaría. ¡La fruta está castigando a Rahim!
Siyakulibalela Themba.
Zifundise ukubawa
njalo.
Más tarde, Rahim nos pide disculpas. “No volveré a ser tan glotón,” promete. Y todos aceptamos su promesa.