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Eselskind El Niño Burro

Texto Lindiwe Matshikiza

Ilustraciones Meghan Judge

Translated by Anna Westpfahl

Lectura en voz alta Jula Eberth

Lengua alemán

Nivel Nivel 3

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Es war ein kleines Mädchen, das zuerst die mysteriöse Gestalt in der Ferne erkannte.

Una niña pequeña fue la primera en ver una figura misteriosa a lo lejos.


Als die Gestalt näher kam, sah sie, dass es eine hochschwangere Frau war.

Mientras la figura se acercaba, la niña se dio cuenta que era una mujer embarazada a punto de dar a luz.


Schüchtern, aber tapfer näherte sich das Mädchen der Frau. „Sie soll bei uns bleiben“, entschied das Volk des kleinen Mädchens. „Wir bieten ihr und ihrem Kind Schutz.“

Tímida pero valientemente, la pequeña niña se acercó a la mujer. “Tenemos que cuidar de ella,” decidieron los familiares de la niña pequeña. “Ella y su bebé estarán a salvo con nosotros”.


Das Kind war bald unterwegs. „Press!“, „Bringt Decken!“, „Wasser!“, „Preeeeeeessen!“

Al poco tiempo, el bebé empezó a nacer. “¡Puja!” “¡Traigan mantas!” “¡Agua!” “¡¡¡Puuuuujjjjjaaa!!!”


Aber als sie das Baby sahen, sprangen alle erschrocken zurück. „Ein Esel?!“

Pero cuando vieron al recién nacido, todos se llevaron una gran sorpresa. “¡¿Un burro?!”


Alle fingen an zu streiten. „Wir haben gesagt, wir beschützen Mutter und Kind, und das werden wir auch tun“, sagten die Einen. „Aber das wird uns Unglück bringen!“, sagten die Anderen.

Todos empezaron a discutir. “Prometimos que cuidaríamos de la madre y su hijo, y eso es lo que haremos,” decían algunos. “¡Pero ellos nos van a traer mala suerte!” decían otros.


Und so fand sich die Frau wieder allein. Sie fragte sich, was sie mit diesem sonderbaren Kind anfangen sollte. Sie fragte sich, was sie mit sich selbst anfangen sollte.

Y así fue como la madre volvió a quedar sola otra vez. Se preguntaba qué hacer con este extraño bebé. Se preguntaba qué hacer consigo misma.


Aber schließlich musste sie akzeptieren, dass er ihr Kind und sie seine Mutter war.

Pero finalmente tuvo que aceptar que ese era su bebé y que ella era su madre.


Nun, wenn das Kind nicht gewachsen wäre, wäre vielleicht alles anders geworden. Aber das Eselskind wuchs und wuchs bis er nicht mehr auf den Rücken seiner Mutter passte. Und egal, wie sehr er sich bemühte, er konnte sich nicht wie ein Mensch benehmen. Seine Mutter war oft müde und frustriert. Manchmal gab sie ihm Arbeit, die für Tiere bestimmt war.

Si el niño se hubiera quedado del mismo tamaño, todo habría sido diferente. Pero el niño burro creció y creció hasta que su madre no pudo cargarlo más en su espalda. Y no importaba cuánto lo intentase, el niño burro no lograba comportarse como un niño humano. Su madre se la pasaba cansada y frustrada. A veces ella le ordenaba hacer trabajo de animales.


Verwirrung und Ärger sammelten sich in Esel. Er konnte dies nicht und das nicht tun. Er konnte so und so nicht sein. Er wurde so wütend, dass er eines Tages seine Mutter zu Boden trat.

Burro sentía cada vez más confusión y rabia. Que no podía hacer esto, que no podía hacer aquello. Que él no podía ser esto ni aquello. Un día se puso tan furioso que botó a su madre al suelo de una patada.


Esel schämte sich sehr. Er lief davon so weit er konnte.

Burro se sintió lleno de vergüenza. Corrió tan rápido y lejos como pudo.


Als er aufhörte zu laufen, war es Nacht und Esel hatte sich verlaufen. „Ih Ah?“, flüsterte er in die Dunkelheit. „Ih Ah?“, hörte man ein Echo. Er war allein. Er rollte sich zusammen und fiel in einen tiefen und unruhigen Schlaf.

Cuando dejó de correr, ya era de noche y Burro estaba perdido. “¿Hiaaa?” susurró en la oscuridad. “¿Hiaaa?” le respondió su eco. Estaba solo. Se acurrucó y cayó rendido en un sueño profundo e intranquilo.


Als Esel aufwachte, starrte ihn ein alter Mann an. Er blickte dem alten Mann in die Augen und verspürte einen Schimmer Hoffnung.

Cuando Burro despertó, había un extraño anciano mirándolo. Burro le miró a los ojos y comenzó a sentir una chispa de esperanza.


Esel blieb bei dem alten Mann, der ihm verschiedene Überlebenstricks beibrachte. Esel hörte zu und lernte, genau wie der alte Mann. Sie halfen sich gegenseitig und lachten zusammen.

Burro se fue a vivir con el anciano, quien le enseñó muchas formas diferentes de sobrevivir. Burro escuchaba y aprendía, y lo mismo hacía el anciano. Se ayudaban y reían juntos.


Eines Morgens bat der alte Mann Esel ihn einen Berg hochzutragen.

Una mañana, el anciano le pidió a Burro que lo llevara hasta la cima de una montaña.


Hoch oben in den Wolken schliefen sie ein. Esel träumte, dass seine Mutter krank sei und nach ihm rief. Und als er aufwachte …

Se quedaron dormidos más arriba de las nubes. Burro soñó que su madre estaba enferma y que lo llamaba. Y cuando despertó…


… waren die Wolken zusammen mit seinem Freund, dem alten Mann, verschwunden.

…las nubes habían desaparecido junto con su amigo, el anciano.


Esel wusste endlich, was er zu tun hatte.

Burro finalmente se dio cuenta de lo que tenía que hacer.


Esel fand seine Mutter, allein und in Trauer um den Verlust ihres Sohnes. Sie blickten einander lange Zeit an. Dann umarmten sich sich sehr fest.

Burro encontró a su madre, sola y llorando por su hijo perdido. Se quedaron mirándose a los ojos por largo tiempo. Luego se abrazaron muy apretadamente.


Das Eselskind und seine Mutter sind sich näher gekommen und haben neue Wege des Zusammenlebens entdeckt. Langsam lassen sich auch andere Familien rings um sie herum nieder.

El hijo burro y su madre ya llevan tiempo creciendo juntos y han aprendido a convivir. Lentamente, otras familias se han instalado a vivir cerca de ellos.


Texto: Lindiwe Matshikiza
Ilustraciones: Meghan Judge
Translated by: Anna Westpfahl
Lectura en voz alta: Jula Eberth
Lengua: alemán
Nivel: Nivel 3
Fuente: Donkey Child del African Storybook
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
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